Los colores brillantes y de alto contraste y los llamativos dibujos de este rascal estimulan la vista del bebé en desarrollo y le permiten concentrarse, lo que también mejora la vista. Las cintas de colores del rascal fomentan la exploración y proporcionan un elemento textural para desarrollar aún más la sensibilidad táctil. Además, los suaves sonidos del sonajero enseñan al bebé sobre causa y efecto. El eslabón acoplable del rascal proporciona diversión sobre la marcha.